martes, 6 de marzo de 2018

LA BOMBA Bistrot. No solo arroces.


Hace ya cerca de cuatro años que abrió sus puertas La Bomba Bistrot, liderado por Christophe Pais y Cristina Querol. Por aquel entonces Christophe Pais había alcanzado un cierto éxito con La Bomba Rice (ver post) en Chueca -que tuvimos ocasión de conocer y hoy en día ya cerrado. Tras su apertura, visitamos La Bomba Bistrot y no llamó especialmente nuestra atención, pero lo cierto es que nos hemos hecho eco de los positivos comentarios de amigos así como de críticos gastronómicos que lo han llevado a ser galardonado con dos “Soles” de la Guía Repsol y una “M” de la Guía Metrópoli... Y hemos regresado. Y nos ha gustado.

Situado en la zona norte de Madrid, cerca de la plaza de Castilla, ocupa un local de forma cuadrada en dos plantas y una terraza exterior acondicionada y que en la práctica sirve para dar cobijo a los fumadores… En ambas plantas predominan espejos en las paredes y se busca recrear un estilo de “bistrot” francés. En la planta inferior un jardín vertical recorre una parte de la pared. En todo caso, el ambiente es agradable.


La carta es razonablemente completa, con entradas apetecibles, aunque algunas solo sobre el papel como la ensaladilla -no estaría entre las diez mejores que hemos probado- y otras realmente buenas como la butifarra blanca y negra a la brasa y, especialmente, las croquetas melosas de jamón ibérico, ¡excelentes! Ofrece diversos tartares: de secreto de buey (recomendable), de atún e incluso de ostra, que no hemos visto en menús de otros restaurantes. De los pescados pedimos la merluza de pincho -bien- y tenían buena pinta los salmonetes XXL; de las carnes destacaríamos la “chuleta Asterix” y el “chuletón Obelix” (para compartir este último). Tiene fama de ser excelente el pollo, “le poulet rôti” para compartir entre varias personas. No obstante, son los arroces los platos de los que mejores críticas hemos escuchado. En esta ocasión probamos -y nos gustaron- el de verduras y el arroz de carabinero meloso y nos quedamos con ganas de saborear el arroz de pato confitado con alcachofas, puerro crocante y ajos tiernos (suena delicioso).

De los postres, optamos por el baba au rhum – una especial de pastel borracho con ron y vainilla-, el “chocolate” de brownie con helado de vainilla y la tarta de queso casera – bien, aunque lejos de la referencia que marca la tarta de queso de Fismuler -ver post-; la carta incluye la famosa “paulova” entre sus postres, a base de merengue, nata, grosella, mango, fresa... aunque no la pedimos en esta ocasión.

En general, La Bomba Bistrot es muy recomendable y tiene una razonable relación calidad vs precio y un servicio muy bueno.



Nuestra valoración GastroChic: 8 / 10

Precio medio: 35 euros por persona, bebidas aparte. 

GastroTip: apropiado para comidas con amigos o en familia, incluso con niños.

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