domingo, 20 de agosto de 2017

Numa Pompilio. Alta cocina italiana

Sin duda Iroco fue uno de los pioneros en lo que consideramos restaurantes “gastrochic”, que ofrecen una cocina de mayor o menor sofisticación, junto con una cuidada decoración y un ambiente generalmente moderno. Iroco fue uno de los primeros posts de este blog, allá por 2011... Desde entonces han sido múltiples los restaurantes que en estos últimos años han ido apareciendo en Madrid, no siempre con éxito. De todos ellos recoge una amplísima muestra este blog.
Hace poco más de un mes, aquel privilegiado local de la calle Velázquez ha sido ocupado por Numa Pompilio, última creación de Sandro Silva y Marta Seco, al frente también de El Paraguas, Ten con Ten, Quintín Ultramarinos y Amazónico. Sobran las palabras. Al poco de abrir sus puertas, ya resultaba prácticamente imposible reservar mesa para cualquier día de jueves a domingo en varios meses. A pesar de que el restaurante ocupa el mismo local que Iroco, ha sido profundamente reformado y completamente redecorado, con un sobresaliente acierto, si bien conserva la agradable terraza que tanta fama dio a Iroco. Ahora el comedor principal tiene forma de “L” invertida y la parte final del mismo cuenta con vistas a la terraza. 
Resultado de imaxes para numa pompilio restaurante carta
Sin menospreciar el interior del local, que es elegantísimo, la terraza del antiguo Iroco, que ya era de las más bonitas de Madrid, ha sido ampliada y su decoración ha cambiado igualmente, mejorando su estética, si cabe.
Resultado de imaxes para numa pompilio restaurante carta
Gastronómicamente la propuesta responde a cocina italiana de perfil alto, con materias primas de calidad y platos muy atractivos. Probamos la burrata con caponata vegetale y la parmigiana de berenjena, como entrantes, ambos recomendables. Como plato principal optamos por los rigattoni de pomodoro y burrata al vodka y el steak tartar; excelentes. Otras propuestas apetecibles de la carta eran los tagliolini con almejas de Carril o con langosta; el mero con berenjena blanca y calabacín amarillo y la inevitable orecchiona de elefante. De los postres escogimos el tiramissu, que prepararon delante de nuestra mesa y que es uno de los mejores que hemos probado.
En conjunto, una inmejorable puesta en escena, buena cocina italiana y precio en consecuencia, es decir, alto. Un éxito inmediato y el nuevo “must” de Madrid.

Nuestra valoración GastroChic: 8,5 /10.
Precio medio: 50 euros por persona, bebidas aparte.

Gastrotip: para celebraciones especiales y/o con amigos; ambiente elegante. la terraza es preciosa, pero no menos el interior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario